Frente a las capitulaciones de Boric – a unificar las luchas de los trabajadores y el pueblo oprimido
Con poco más de dos años del gobierno de Boric, nada se ha cumplido de las demandas por derechos sociales pendientes desde el 18 de Octubre del 2019 y las comprometidas en campaña electoral por él y su coalición ‘Chile Digno’. La frustración generada por eso puede abrir espacio a la derecha. La única forma de impedir eso y obtener conquistas para el pueblo chileno es la lucha independiente de los trabajadores y los oprimidos contra los ataques del gobierno y el fracaso del sistema.
Con Boric, no se ha puesto término al sistema privado de pensiones AFP, caja chica de los empresarios como Luksic, Paulman o Angelini entre otros, fuente de miserables jubilaciones equivalentes al 20 o 30% del último sueldo de cada trabajador o trabajadora en el mejor de los casos.
Tampoco se ha puesto término o condonado la deuda C.A.E. a más de 500 mil estudiantes, mientras el estado, por concepto de pagos C.A.E. traspasa a bancos multimillonarias sumas, es decir, que no hay excusa para la condonación, el estado ha transferido más de lo que representa la deuda de los estudiantes morosos( Fundación Sol).
No se hizo justicia con los presos políticos del estallido social, con las miles de violaciones a los derechos humanos por los aparatos de seguridad del estado policial que se impuso durante el Gobierno de Piñera, tampoco se hizo justicia con los 400 jóvenes mutilados. La mayoría de los culpables fueron dejados en libertad o ascendidos en sus cargos. El caso emblemático de eso es el de Claudio Crespo, teniente de fuerzas especiales que en noviembre del 2019 disparó al rostro del joven estudiante Gustavo Gatica dejándole ciego de sus dos ojos. Él es el mismo que en 2006 disparó a los ‘indios’, como él llama a los mapuches, y ostenta un largo prontuario de crímenes y de ascensos.
En lo económico, la aprobación del TPP 11 en el Parlamento y la indiferencia por parte de Boric de vetar (art. 32 de la constitución) sepultó las ilusiones de la clase trabajadora de tener mejores sueldos y condiciones de trabajo. Así mismo las transnacionales tienen derecho a poner los precios de las extracciones de nuestras riquezas minerales.
Ahora en julio, el gobierno de Boric subió el sueldo mínimo a 500 mil. Eso es lo que había sido reivindicado en el 2019 por la CUT al Gobierno de Piñera. Sin embargo, hoy este aumento es una verdadera burla. Actualmente este mismo sueldo equivale al del 2017 (Fundación Sol). Así mismo, la pérdida del poder adquisitivo fue de un 16,3% desde el 2022, esto se ha provocado gracias a las desmedidas y descontroladas alzas de los precios y al mínimo incremento de los sueldos.
En relación a la causa mapuche, en la primera semana de Gobierno Boric ya planteaba que los Mapuches detenidos no eran presos políticos. En la práctica, Boric amplió el estado de excepción y militarización de la zona Mapuche, poniéndose del lado de las forestales y en contra de la causa Mapuche y la recuperación de sus territorios. De ahí se originó la ley Naim (Gatillo fácil) y posteriormente la encarcelación de Hector Llaitul líder de la organización Mapuche C.A.M. El Gobierno de Boric ha sido el que más presupuesto ha destinado para la militarización de la zona del Wallmapu.
En relación a la mujer y la primera infancia, promovió desde la segunda semana de Gobierno un proyecto de ley de Piñera llamado “Sala Cuna Universal”, proyecto que destruye el sistema actual de sala cuna poniendo en las manos lucro de las empresas el futuro de los bebés. Grandes movilizaciones se realizaron desde las Profesionales, auxiliares, académicos exigiendo el retiro del proyecto del Parlamento, pero nada impidió su aprobación con ciertas enmiendas, la CUT solo cuestionó la propuesta como un un saludo a la bandera, nada más.
La represión policial se ha intensificado con los desalojos en pleno invierno a los campamentos de familias sin casa, la forma represiva no vista ni siquiera en dictadura.
De la promesa de campaña de que su gobierno representaría la tumba del Neoliberalismo, no queda nada. Mucho menos cualquier ilusión de cuestionamiento del orden capitalista.
El proceso de capitulación del Gobierno de Boric y su coalición se expresa dramáticamente en los allanamientos y montaje del comedor solidario Luisa Toledo y de distintas casa en las poblaciones La Granja, Peñalolen, La Victoria y Villa Francia y la detención de 16 jóvenes acusados de portar y ocultar armas.
Todo queda en suspenso ya que nada de esto ha podido ser comprobado y aún se mantienen a 9 jóvenes en prisión preventiva mientras dura la investigación. La acción policial es respaldada desde el Ministerio de Defensa, y emula los peores tiempos en Dictadura, nunca ocurrido en Democracia.
Frente a esto, defendemos la liberación de todos los presos políticos y el castigo a todos los culpables de las violaciones a los derechos humanos.
A unificar las luchas
Es urgente enfrentar unidos a la justicia que favorece a los pederastas y encubridores de violaciones de niñas, niños y adolescentes, es el caso de la familia Macaya que no debe quedar impune y el abuelo de las niñas abusadas debe ir a la carcel y su hijo debe de renunciar a su cargo en el Senado por encubridor.
La política de conciliación de clases del Gobierno de Boric y su coalición Apruebo Dignidad es responsable de los bajos sueldos, el alza de los precios y la represión policial.
El Gobierno es cada vez más represivo y debemos de enfrentar a él y también a la derecha con unidad de todos los sectores en lucha, los comités sin casa, los pobladores en toma, los estudiantes, los trabajadores estatales, los cesantes, los trabajadores del comercio, los feriantes, los portuarios, las organizaciones de mujeres etc.
Hay que organizar un gran paro protesta nacional, en cada barrio, construir comités de unidad contra las alzas y los bajos sueldos.
A construir el partido político de nuestra clase trabajadora
La lucha callejera no debe quedar aislada de la necesidad de luchar por un gobierno de las y los trabajadores de Chile. No debemos cometer el error del 18 de octubre del 2019. La lucha de masas nos conducirá al triunfo de nuestras demandas si tenemos una clara perspectiva política anticapitalista y socialista.
Tenemos que construir esa alternativa política de la clase trabajadora y todos los oprimidos con un programa que contemple la nacionalización de nuestras riquezas naturales con control de los trabajadores para poder responder a las necesidades básicas, como la salud y la educación gratuita y de calidad y la construcción de un plan de viviendas para cubrir el millón de personas sin un techo. También cumplir con la urgente necesidad de poner término al sistema privado de AFP y pasar a construir un sistema de seguridad social tripartito.
Nuestro programa debe defender los derechos del pueblo Mapuche, con la desmilitarización del Wallmapu y derecho a sus territorios, libertad a los presos políticos y fin de la represión. Debemos también avanzar en las conquistas para las mujeres, población LGBT+ y todos los oprimidos en nuestra sociedad.
Nuestra perspectiva debe ser anticapitalista y por el socialismo.Necesitamos movimientos, organizaciones y líderes resueltos a llevar estos puntos básicos hasta lograrlos y no claudicar frente a la presión de los empresarios o de los partidos del sistema.
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